Ante un paradigma en cambio constante, empresas de tecnología de la información (TI) se enfrentan a diario a desafíos en su crecimiento y desarrollo. A partir del surgimiento de nuevas tecnologías, proliferan las ideas y las posibilidades, pero surge una gran dificultad: la de materializarlas y convertirlas en productos robustos y sostenibles.
Entonces, ¿cómo aprovechar las tecnologías y pasar de la idea a la realización de esta? Para resolver esta incógnita, cada vez más organizaciones eligen conformar equipos autónomos que convierten las ideas en proyectos realizables, y que también brindan un valor agregado a la organización.
Este servicio se conoce como "experiencia del desarrollador" (DevEx, acrónimo por Developer Experience), y asegura que el equipo de TI posea todas las herramientas necesarias para potenciar sus tareas y así cumplir los objetivos trazados de la manera más eficiente posible.
Las empresas buscan adoptar, en mayor o menor medida, un esquema de equipos autónomos, pero muchas veces fallan en el intento. ¿Por qué sucede esto? Porque la autonomía suele descuidar la alineación a los objetivos de negocio y no suelen implementarse prácticas estandarizadas que permitan una entrega de valor ágil y constante. Entonces los productos muchas veces son lanzados de forma no tan eficiente, sin llegar a los estándares y tiempos necesarios o demandados del proyecto en sí.
Es clave preguntarse por qué no delegar esta tarea a un asociado tecnológico. La realidad es que es muy recomendable por las ventajas que genera: permite que el ciclo de desarrollo y calidad de software fluya más rápidamente entre los equipos, porque quienes se encargan de llevarlo a cabo son expertos en el desarrollo y pueden comprender las necesidades fundamentales para llegar al mejor resultado posible.
Con la ayuda de un aliado, las empresas pueden adoptar una cultura de trabajo orientada a la reutilización de conocimiento y lograr conformar equipos con diversas habilidades tecnológicas y miradas complementarias.
De esta manera, DevEx viene a marcar una gran diferencia en la calidad del trabajo y en la satisfacción que los equipos obtienen de él, generando valor agregado en la organización. Al estar orientadas a generar conocimiento reutilizable y fomentar la adopción de una cultura colaborativa, las empresas adoptan estándares y buenas prácticas unificadas en todo el ciclo del desarrollo.
Contar con DevEx puede fomentar la armonía en equipos con lineamientos poco claros, y también estandariza la calidad del conocimiento generado, con foco en minimizar el tiempo de entrega. Esto permitirá a la empresa obtener una ventaja competitiva significativa al lanzar productos al mercado de manera más rápida y eficiente.
La experiencia colaborativa como potenciadora de resultados Un ejemplo actual sobre cómo la incorporación de este tipo de iniciativa puede generar un alto valor en la organización es el de la plataforma Spotify, pionera en implementar un modelo de trabajo orientado a tribus y escuadrones colaborativos -equipos de desarrollo dentro de las empresas emergentes- que persiguen un mismo enfoque, siendo más eficientes y ágiles en los procesos.
Esta empresa trabaja en empoderar y desbloquear a los desarrolladores que trabajan con clientes y brindarles a los equipos las herramientas que necesitan para garantizar una experiencia de desarrollo óptima y satisfactoria. Esta tendencia está cada vez más presente en la Argentina y empiezan a aparecer empresas que acompañan a las organizaciones en la adopción de este enfoque y de las prácticas.
En resumen, para alcanzar el máximo potencial de los proyectos, es esencial que se fomente la colaboración dentro de sus equipos. Para esto, la implementación de un enfoque de DevEx ofrece el potencial de generar prácticas colaborativas, como activos reutilizables, que mejoran la experiencia diaria de los desarrolladores y, por lo tanto, impactan positivamente en su performance y en el alcance de sus proyectos.
La sinergia generada por un equipo colaborativo no solo impulsará grandes resultados, sino que también generará un ambiente de trabajo enriquecedor y motivador, donde todas las ideas, puedan volverse realidad. En una época donde los productos digitales son tan esenciales e imprescindibles, esta perspectiva viene a subir la vara y garantizar un valor agregado esencial.